El caso “Elena Moreno” se le va de las manos a Ángel González Bascuñana y militantes del PSOE de Pozuelo le piden que lo aclare todo
(06-07-15) En política es muy fácil enredarse si alguien no quiere ser claro o dar explicaciones convincentes sobre las decisiones que toma. De un hilo se puede crear una madeja y de una madeja un caso. Y esto es lo que está sucediendo en la crisis política del Grupo Municipal Socialista de Pozuelo.
El Portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Ángel González Bascuñana, se ha enredado con el reparto de responsabilidades en su Grupo, creando lo que ya se conoce como el caso “Elena Moreno”.
No se trata entrar en detalles, ya que desde esta tribuna ya se ha comentado ampliamente pero, según todas las informaciones contrastadas por este americano en Pozuelo, el Portavoz socialista sustituyó a Elena Moreno por Helio Cobaleda como vice Portavoz para asegurarle un sueldo.
Esta decisión es de especial relevancia para el dirigente local socialista, ya que saltan por los aires los tres pilares sobre los que Pedro Sánchez, Secretario General del PSOE, quiere reconstruir el Partido, la igualdad de género, los sueldos públicos y la transparencia.
Ahora Bascuñana se ha dirigido a este medio pidiendo una rectificación, eso sí, sin aportar ningún documento. Se le tiene que recordar que todos las decisiones que ha tomado tienen soporte en papel, ya que para comunicar la estructura de los grupos municipales y modificaciones se deben presentar escritos a través del Registro del Pleno.
Convendrán conmigo los lectores que esta madeja ya se ha convertido en el caso “Elena Moreno” por el propio quehacer de Bascuñana, al que ya no le queda más remedio que hacer públicos sendos escritos que presentó por registro, con fecha de entrada, para justificar sus afirmaciones de que sólo subsanó errores tipográficos.
Si demuestra su verdad, rectificaremos sin problema desde este medio, aunque vuelvo a repetir que todas nuestras afirmaciones están contrastadas por fuentes fiables. En caso contrario, su futuro en el Ayuntamiento queda cuestionado, como ya piden algunas voces socialistas.
Sam Caster