La alcaldesa Quislant sigue con su particular caza de brujas en el Ayuntamiento, al mejor estilo macartista, pero yo solo soy una costurera
(02-07-15) “No me lo puedo creer!”, dije levantando la voz… “¿Otra vez?”
Manolo me acababa de dar una noticia, en nuestro parque favorito, que casi me caigo del banco. Tobby se asustó. Pobrecillo. Se puso a ladrar como un loco.
“Calla Tobby”, le grité. “Solo me falta tu bronca”. Manolo se quedó callado como una estatua de mármol.
“La alcaldesa accidental de Pozuelo, balbuceó de nuevo, se ha propuesto dar con tu paradero y saber quién eres. Y ha vuelto a su particular caza de brujas. Eres su única obsesión”.
Yo solo puede contestar: “¡Qué estupidez!”.
Que Susana se haya propuesto localizarme e identificarme no me preocupa. Me preocupa y mucho que yo sea su única obsesión. Creo que la señora Pérez Q. debería preocuparse por cuestiones más importantes que esta pobre costurera porque va a tener que enfrentarse a situaciones más complicadas que leer mis notitas. Va a tener, por ejemplo, que dar la cara ante muchos afiliados de su partido que están esperando que llegue el primer acto público en su sede para pedir muchas explicaciones.
Susana, hija mía, no se obsesione conmigo que no va a ser bueno para usted. Además, conmigo tampoco le valdría esa política de café para todos que ha puesto en practica…
¿Sabe quién también dio café para todos cuando llegó al Ayuntamiento? Jesús Sepúlveda.
Si. Coincide con él en ese aspecto y… ¿Sabe cuánto tardaron en traicionarle? Nada y menos. Y eso que Sepúlveda era un tipo educado, querido y respetado. Con usted serán más crueles.
Y es que a usted la educación y el respeto le ha llegado con el puesto. No es innato en su persona. En usted todo es forzado. Artificial. Le durará poco. Pero es que, aunque le dure mucho aparentemente, yo seguiré aquí, recordando lo que ha hecho a tanta y tanta gente. Porque ha hecho mucho daño y aún no ha pedido perdón.
Ya se lo dije a su “ya olvidada” antecesora, yo soy una pobre costurera que, simplemente, escribe lo que otros muchos piensan y no pueden o no deben hacerlo. Le invito a que “relea” mi artículo del día 4 de junio: “Caza de Brujas al estilo quistlantiano”. En él, les decía que habían estado muy cerca, pero que su prepotencia y soberbia no les dejaron ver.
Hoy, lo tendrá más complicado. Además, no hace más que sumar asesores que no tienen idea de Pozuelo ni de su gente y ese no es el camino para encontrarme.
Tenga la seguridad, en cualquier caso, de que si alguna vez hace algo digno de aplaudir, como dimitir por ejemplo, lo comentaré alborozadamente y si, de paso, pide perdón, también lo diré más contenta aún y, además, sin careta. A cara descubierta. Mientras, seguiré y estaré allá donde usted ni se imagina.
Y, además, hablando de usted y de sus acciones y omisiones. Usted es carne de cañón de pasillos y periodistas. Y que conste que ha sido usted quien se ha expuesto. Yo solo soy una cotilla que me gusta “hablar” sin tapujos.
Pero el problema es que a mí no me puede comprar como ha comprado a algunos con dinero público, vía sueldos o vía puestos de confianza. Yo no tengo precio.
A mí no se me olvida ni su forma de ser ni su pasado cercano. Empezando por el GRAN FIASCO ELECTORAL del PP en Pozuelo y en el que participó activamente apostando por un programa absurdo. Usted también es cómplice de la pérdida de casi 5.500 votos del PP en Pozuelo. No se me olvidará nunca la falta de respeto que tuvo con los pozueleros, haciendo una campaña electoral desde la primera planta de la calle Génova, 13, sin pisar este pueblo para nada, y exigiendo luego ser la sucesora de la que se fue. Qué cara más dura.
“Ay, Manolo, vámonos para casa…, que necesito tomarme una manzanilla”, le dije a mi amigo que no hacía otra cosa que mover la cabeza afirmativamente.
Y camino a casa, automáticamente, empecé a tararear la canción de uno de mis artistas favoritos, Alejandro Sanz.
Dele al play, Susana. Suba el sonido. Cierre los ojos y escuche…”Camino a casa”
Sira Q.