Crónica en rosa palo del Pleno de Investidura del Ayuntamiento de Pozuelo que tuvo todos los ingredientes de una boda de pueblo
(15-06-15) Como todo el mundo sabe, el sábado se celebró el Pleno de Investidura en el Ayuntamiento de Pozuelo. Se trataba de investir, como alcaldesa, a Susana Pérez Quislant. Y he de decir que fue un Pleno entretenido. Tuvo de todo. Tanto que, después de cavilar un minuto y cuarenta y tres segundos, decidí hacer una crónica en rosa palo de lo que sucedió en él porque tuvo todos los ingredientes de una boda de pueblo.
Pero vayamos por partes como decía Jack El Destripador. Hoy, hay mucho que contar y puede resultar una crónica larga.
La ceremonia consistía en unir en sagrado vínculo democrático a Susana Pérez Quislant con la Alcaldía de Pozuelo. Y aunque no era una boda por amor sino de conveniencia, una especie de última oportunidad para Susana, la cosa tenía su aquel por todo lo que rodeó a su candidatura.
Como en la mayoría de las bodas, en ésta también estuvo la madrina marimandona. La que lo organiza todo. Miraba a doña Elvira García y la veía en el papel de mi madrina de boda. Con su peinado de peluquería, su traje de chaqueta y su broche en la solapa, todo en el salón giraba a su alrededor. Tú aquí. Tú allí. Ahora que hable aquel. Éste que se siente aquí. Perfecta. Perfecta. Incluso, esperó dos minutos para dar comienzo al acto, como hacen los árbitros de la Champions League. Había que empezar a las doce y esperó hasta las doce. Ea. Que luego no digan.
Contra la viveza de la madrina estaba la pasividad del padrino. Sansegundo o San Segundo (no sé en cuál de los dos personajes estaba) era un marmolillo. Un gato de escayola. Ni parpadeaba el tío. Parecía que él era el que pagaba la fiesta.
La novia, en cambio, estaba radiante. Algo nerviosa. Chaqueta blanca. Pantalón negro. Sonreía. Era lo que tocaba. A la lima y al limón, ya no se quedaba soltera.
Junto a ella estaban sus amigos. Los de PP. Todos vestidos para la ocasión. Qué me gusta a mí la gente elegante. La elegancia en actos tan importantes como es un Pleno de Ayuntamiento es una muestra de respeto hacia la ciudadanía.
Ya sé que es de muy progre ir sin corbata y en camisa. Como si se llegase de jugar un partido de fútbol de solteros contra casados pero no es eso. Sin embargo, así fue como se presentaron algunos concejales de la oposición porque, para ellos, eso es una muestra de rebeldía. Se equivocaron. Es todo lo contrario. Venir así es una falta de respeto a los vecinos. Porque, aunque no lo crean, Pablo Gómez, Luis Enrique Sánchez, Heliodoro Cobaleda o Ángel González ya representan a todos los pozueleros y le deben un respeto. Y si uno quiere que le respeten, debe empezar respetando.
Frente a la bancada de la novia, estaba la bancada de los cuñados. Los de Ciudadanos son los perfectos cuñados. gente de la familia. Unos tipos prudentes. También estaban vestidos para la ocasión y se mostraron en su papel.
Detrás de los cuñados, estaban los vecinos. Los socialistas. Prudentes también y educados. En su papel. Destacaba, por su elegancia, Elena Moreno.
Y, a un lado de la bancada de los vecinos, estaba ese grupo heterogéneo que hay en todas las bodas y que lo forman amigos, compañeros de trabajos, tíos lejanos… En una palabra, los que siempre la lían porque no tienen nada que ganar ni perder.
Y en esas estábamos cuando la marimandona Elvira empezó a identificarlos y a que pasasen todos a prometer o jurar. Y, ahí, como se esperaba, los heterogéneos dieron el cante, saliéndose de la legalidad. Querían dar la nota y la dieron.
Lo hicieron de cara a la galería. Intentando epatar, tratando de imitar a Herri Batasuna en las Cortes Generales de los años 80 del siglo pasado. Pero, torpemente. Atropelladamente. Malamente. Ilegalmente.
Los de HB solo decían “Por imperativo legal (hacían una pausa) Prometo por mi conciencia y honor cumplir fielmente las obligaciones del cargo de diputado con lealtad al Rey, y guardar y hacer guardar la Constitución, como norma fundamental del Estado”. Era legal por la pausa. La pausa era la clave y lo separaba todo. Trampa legal. No se les pudo pillar. Estos de Pozuelo, en cambio, lo mezclaron todo. Chapuza total. E ilegal. No me explico como la marimandona lo consintió. Gran error. Las leyes, por mucho Podemos que sean y se crean, están para cumplirse. Y esa fórmula es una fórmula legal: El texto legal lo publicó el BOE el 06 de Abril de 1979, en Real Decreto.
Para mí, aún no son concejales. Habrán sido elegidos. Pero no son concejales. Y me da igual si lo hicieron por la República, los mercados internacionales o la leche que le dieron a ‘Sampitopato’. No fue legal. Lo vuestro, Pablo Gómez, fue un brindis al sol. Elvira, otra que se te escapó. Te la colaron doblada.
Y después vinieron los discursos. Y Pabló Gómez, ay Pablo, nos echó un mitin. Largo mitin de 14 minutos cuando tenía que haber sido 5. Electoralista. Demagógico. Antiguo. Incluso, habló del Quercus. “Mare meva, Perpignyà”. No debió recordar que las elecciones ya pasaron. En cualquier caso, hizo un mitin dedicado a los suyos y en que solo habló del centro de Pozuelo. No sé. Me da que este grupo municipal tiene una visión limitada de Pozuelo de Alarcón.
Después habló Ángel González Bascuñana. Ángel reivindicó el papel de los socialistas en Pozuelo. E hizo bien, ellos no son unos recién llegados. Y luego, nos hizo un resumen de su programa. Ahí se equivocó. No era el momento. Yo, al menos, esperaba otra cosa.
Esa cosa que sí pusieron los novatos de Ciudadanos. No sé si sonó la flauta por casualidad, pero Miguel Ángel Berzal hizo el discurso que tocaba en una investidura en la que se sabía que no tenía bola que rascar. Pero estuvo bien. Ofreció colaboración y consenso. Le faltó enseñar los dientes. Un poco. La oposición debe enseñar los dientes aunque sea en un Pleno festero, como el del sábado. Pero se entiende entre cuñados.
Susana P. Quislant, por su parte, hizo un discurso bobalicón. ‘Sin chicha ni limoná’. Sin arriesgar nada. Basado en el programa del PP. Me da que quiere imitar a Adrados. Sabiendo que era la alcaldesa, qué más daba lo que dijese. Se nota que no hizo la campaña porque no se sabía el número de medidas que prometió el PP. Dijo 143 y son 146.
En el discurso de agradecimiento, a Quislant le sobró lo del “amor de Paloma Adrados a Pozuelo”, entre otras cosas, porque ese amor era manifiestamente mejorable.
Y esto fue todo. Hubo muchas más cosas pero no hay más espacio. Me está pasando como a Gómez en su discurso. Y hubo algunas muy divertidas como la forma de sentarse de Luís Enrique Sánchez, que parece que está en la terraza de La Aurora tomando una caña, o cómo un policía me mandó callar porque le hice un comentario a Luís Cereijo, director de ‘InPozuelo’. Perdón, señor guardia. Con esa muestra de celo, seguramente, llegará a cabo.
Me llamó la atención el frío de Beatriz P. Abraham y lo guapa que iba Mónica G. Molina con su falda plisada amarilla y su pelo planchado, y la elegancia de Almudena Ruiz, y la alegría de Isabel Pita y la cantidad de veces que se tocó el pelo Paloma Tejero y la sonrisa de Carlos Ulecia. Qué feliz estaba Ulecia. Por cierto, Gerardo Sampedro prometió en lugar de jurar. Y, curiosamente, a Andrés Calvo Sotelo le pasó como a Blanco Herrera, aquel ‘Muerto vivo’, que cantaba Peret. El bueno de Andrés, con esa cosa suya de la somnolencia, parecía distraído, como meditando sobre “La importancia de los perros cangrejeros en la vida monástica del Siglo XVI”, pero, en cuanto Elvira proclamó alcaldesa a la señora Quislant, se puso el primero a aplaudir como un descosido. “Y no estaba dormido, que no… cuchibiri, cuchibiri, chibirí…“
Al final y pese a la música, en esta boda no hubo baile. Aunque auguro una legislatura divertida.
Por cierto, que alguien arregle los relojes del Salón de Plenos. Aparte de imagen de abandono, creo que por eso algunos portavoces no respetaron los tiempos.
El Capitán Possuelo
Me ha gustado, si señor. Ahora falta saber si la boda ya tenía niños, asesores, o los encargarón ya esa noche. Seguro que el parto es múltiple, además de los que ya habían nacido
Gracias por su participación. Saludos
Me ha gustado, si señor. Ahora falta saber si la boda ya tenía niños, asesores, o los encargarón ya esa noche. Seguro que el parto es múltiple, además de los que ya habían nacido
Gracias por su participación. Saludos
Me ha gustado, si señor. Ahora falta saber si la boda ya tenía niños, asesores, o los encargarón ya esa noche. Seguro que el parto es múltiple, además de los que ya habían nacido
Gracias por su participación. Saludos
Parece un artículo de Francisco Marhuenda. No serán amigos?
jajajajajajajajajaja. Muchas gracias por su participación jajajajajajajajaja. Saludos
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jajajajajajajajajaja. Muchas gracias por su participación jajajajajajajajaja. Saludos
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