Un lector pregunta por la jornada de reflexión y su importancia política en la sociedad actual
(25-05-15) Este fin de semana ha habido pocos mensajes. Normal. Los lectores estaban más pendientes de las votaciones y de los resultados que de otra cosa. De hecho, al margen de los frikis, solo ha habido una pregunta interesante. Y me la hicieron el sábado, día de reflexión.
Pregunta de lector:
Respuesta de Sira:
La respuesta es no. No sirve para nada. Y más con un Twitter y un Facebook incontrolables.
La Jornada de Reflexión o Día de Reflexión es una de esas antiguallas que se mantienen en la legislación electoral española y que nacieron por esa tendencia que tiene el Estado hacia el proteccionismo.
Yo creo que, como tantas otras cosas, habría que quitarla. La figura electoral nació para proteger al españolito cuando no estaba acostumbrado a votar. En la Transición. Pero ya no tiene sentido casi 40 años después y con unas redes sociales tan desarrolladas. Ahora, la sociedad española es madura para saber lo que tiene que votar y no necesita 24 horas para pensárselo.
Es más, en España, ya se ha violentado. Al menos, una vez. El 13 de marzo de 2004. Eran circunstancias especiales pero no se respetó la imparcialidad en aquel día de reflexión. La rompió el PSOE. Mejor, Rubalcaba.
Años más tarde lo reconocieron los tribunales pero ya no sirvió de nada.
Este mismo sábado se volvió a romper aunque, como diría un jurista, en grado de tentativa y de manera muy sutil. Mucha atención de los medios se dedicó a hablar de una opción política que, aunque disimuladamente, consiguió desviar la atención hacia ella que era el objetivo fijado.
Hay muchos países que no tienen día de reflexión y son tan democráticos como el nuestro.
EE UU, no tiene jornada de reflexión. Francia, sí. Portugal, también. En Alemania, no. En Reino Unido, tampoco. En Italia, sí… En fin, que hay días para todo.
En España se mantiene. Y hay que respetarlo. Pero si se quitase no pasaría nada.