Rajoy convoca una Junta Directiva Nacional de cara a las elecciones generales: cambiar algo, calmar guerras y ganar tiempo
(06-04-15) Estaba previsto. Lo dice la sabiduría popular. Donde no hay harina, todo es mohína. Los dirigentes del PP barruntan que se acercan tiempos malos y muchos de ellos empiezan a cuestionar algunas cosas del partido. Habrá menos cargos que repartir y, como algunos se quedarán fuera, empieza el chirrío de dientes. La derrota en Andalucía es la culpable. El mensaje que se vendió fue erróneo.
Pero no pasa nada, dice Rajoy. Rectificar es de sabios y se rectificará lo que haya que rectificar.
¿Lo dice de verdad o de verdad lo que quiere es ganar tiempo?
Mariano es un hombre previsible y poco dado a los cambios. Además, ¿aún se está a tiempo de cambiar o ya es demasiado tarde?
Para las elecciones generales, aún hay tiempo. Para las locales y autonómicas, casi no queda. Apenas. Y, si el discurso económico de Rajoy no ha calado en la ciudadanía, ya es difícil que pueda calar por mucho que cambie.
Además, ya serían demasiados cambios y eso no es propio de Rajoy. Ya se ha cambiado de adversario y se ha pasado de Podemos a Ciudadanos, no parece lógico que se vuelva a cambiar. Tantos errores no son creíbles. Con el agravante de que cambiar el discurso económico por el político es muy complicado.
No es fácil cambiar el mensaje de lo bueno que es el PP que ha convertido a España en modelo económico en Europa por un mensaje social. No es fácil cambiar un mensaje de economía de éxito habiendo vendido economía de guerra. No es fácil cambiar, no, un mensaje basado en la gestión por otro mensaje basado en la política. Incluso, el Gobierno de Pozuelo cree que la gestión es tan buena que debe verse respaldada por los ciudadanos. Pero los ciudadanos, pozueleros incluidos, quieren que los políticos hagan política.
Y esto es tan cierto que Esperanza Aguirre no ha hecho ningún caso a la línea marianista y ha decidido ir por libre a la campaña. No hace otra cosa que vender política.
De todos modos, el hecho de que Rajoy haya convocado para mañana a la Junta Directiva Nacional, el máximo órgano entre congresos del PP y que llevaba dos años sin reunirse, ha disparado las especulaciones sobre la posibilidad de que se produzcan cambios internos o un giro en la estrategia política por la importancia de las elecciones de mayo.
Pero yo vuelvo a la pregunta inicial: ¿La convoca para cambiar de verdad o de verdad lo que quiere es ganar tiempo?
¿Es una Junta Directiva Nacional para cambiar el mensaje o, simplemente, para mandar callar a los que andan en conspiración y rumorología y esperar a las generales?
No se sabe. En el PP dan por hecho que Mariano Rajoy no hará cambios. Ninguno. Ni en la dirección ni en la estructura ni en la estrategia ante la cercanía de las elecciones municipales y autonómicas del próximo mes de mayo y recuerdan que “los cambios son lo contrario” al líder del partido y presidente del Gobierno.
En el PP creen también que todo se hará para calmar al partido que empieza a vivir una guerra que amenaza con incendiarlo todo. Los responsables de Andalucía le echan la culpa de la derrota a Cospedal, los de Cospedal echan la culpa a los andaluces. Cospedal debe dedicarse a Castilla-La Mancha. Algunos andaluces, como Javier Arenas, deberían dejar la política porque nunca han ganado nada. Guerras. Porque, detrás de cada uno de estos líderes, hay muchos cargos.
Pero Rajoy aún manda mucho. Los partidos presidencialistas son así. Y quién manda, manda. Y, con seguridad, tratará de poner paz. Porque ésta no es la guerra del Presidente. La guerra de Mariano Rajoy es otra.
Mariano Rajoy, y lo he dicho muchas veces en esta columna, es muy largo y ya dio por amortizadas estas elecciones locales y autonómicas. Y lo hizo hace tiempo. Es el tributo que tiene que pagar. El sólo aspira a salvar los muebles en ellas. Que gobierne la lista más votada que será, con toda seguridad, la del PP y a preparar la campaña de las generales. Porque ahí sí hay tiempo. Mariano Rajoy, créanme, sólo piensa en las elecciones generales. Aunque, en esta Junta Directiva Nacional y para ganar tiempo, también deje caer que se van a rectificar cosas. Pero para las generales.
De hecho, ya lo está haciendo. El Ministro de Sanidad ha devuelto la atención primaria a los inmigrantes sin papeles.
La Tarántula