Microsoft cree más en Pozuelo que algunos pozueleros y a mí se me cae la cara de vergüenza
(26-03-15) La concejalía de Desarrollo Empresarial o, mejor, la parte de la concejalía de Juventud, Empleo, Formación y Desarrollo Empresarial que se dedica a esto último funciona muy bien en Pozuelo de Alarcón. No me duelen prendas en reconocerlo. A la chita callando, Diego de Aristegui ha ido poniendo las bases de una filosofía política muy sencilla: la implicación de las grandes empresas ubicadas en esta ciudad con las necesidades de sus vecinos. Y el resultado está siendo sorprendente. De Arístegui ha sido uno de los pocos concejales que ha entendido, desde el primer momento, que esa simbiosis es absolutamente necesaria y que, como Pozuelo ya es la ciudad de la Comunidad de Madrid más importante en tecnología y comunicación, había que aprovecharlo. Chapó.
Chapó porque ha conseguido convencer a empresas muy importantes, que radican en esta ciudad, para que pongan su experiencia al servicio de los pozueleros. Algo muy valorable desde cualquier punto de vista porque la gente de esas empresas no a las acciones que plantea la concejalía a hacer labores sociales como si se tratasen de ONGs sino a enseñar, algo que, hoy por hoy, es de esas cosas que no se compran con dinero. No se puede comprar que empresas como Microsoft, y es sólo un ejemplo, se implique en Pozuelo y esté dispuesta a ayudar a jóvenes emprendedores pozueleros y a enseñarles a moverse en una piscina llena de tiburones.
Traigo todo esto a colación porque en los dos jornadas de “Espacio Emprendedores”, organizadas por la concejalía de Desarrollo Empresarial, se ha producido un hecho significativo que nos debe hacer reflexionar a algunos de los que creemos en las posibilidades de esta ciudad y en sus vecinos.
Empezaré reconociendo que las jornadas “Espacio Emprendedores” han sido un éxito de participación y aprovechamiento pero que han tenido un lunar que a mí, al menos, me avergüenza como pozuelero. Y esta vez no por culpa de la concejalía.
Las jornadas finalizaban con la sesión impartida por Sonia Marzo, responsable de emprendedores y centros de innovación de Microsoft Ibérica. La señora Marzo presentaba el programa para emprendedores “Microsoft Bizspark”, mediante el cual las “startups” (en español, empresas creadas hace poco) del municipio podrán obtener software gratis, soporte y formación tecnológica. Gracias a este programa, Microsoft facilitará a los emprendedores de Pozuelo hasta 100.000 dólares en productos y servicios tecnológicos de la compañía, incluyendo el acceso gratuito a más de 900 productos de última generación y, por supuesto, a su plataforma en la “nube”. Algo fantástico, dicho sea de paso.
En principio, todo indicaba que iba a ser un éxito de participación. Como digo, no es fácil que una empresa de esa importancia se implique tan espléndidamente en la ciudad en la que se ubica y por amor al arte. La clase magistral era gratis para los emprendedores pozueleros.
Parecía que iba a ser un éxito porque, tras el e-mailing (buzoneo electrónico, dicho en español) a las 600 empresas que más o menos hay en Pozuelo relacionadas con este novísimo sector económico, se apuntaron 45 en un tiempo record. No se podían admitir más por un problema de espacio en el INNPAR. Sin duda, iba a ser un éxito total.
Pero de los 45 inscritos, a la conferencia solo se presentaron 15. Por supuesto, estaban en su derecho de hacerlo. Todo el mundo es libre de hacer lo que quiera. Puede ir o no ir. Es una decisión personal. Pero creo que a esa decisión personal había que unir la parte que lleva aparejada de falta de respeto intolerable a Microsoft, a la concejalía de Desarrollo Empresarial y a las empresas que hubieran estado encantadas de asistir a la presentación de tan novedoso producto para su desarrollo empresarial. Y eso, al menos, creo que hay que contarlo.
¿Qué pasa en Pozuelo de Alarcón para que ocurran cosas como ésta?
Hay muchas teorías. Incluida, la del frío que hacía. Pero si las aceptamos estaríamos, nos estaríamos engañando. Nada. Fuera. Las treinta empresas pozueleras que no asistieron a esa clase tan magistral de Microsoft no lo hicieron por dos razones: La primera por un hecho estudiado en todas las universidades de márquetin del mundo: lo que es gratis no se valora.
Y la segunda porque algunos pozueleros no tienen claro el significado de Prestigio. Tal vez porque nadie se lo ha enseñado. Es un problema de raíz. En Pozuelo se suele confundir el Prestigio con la Soberbia.
Me cuentan que esta decepción no ha sido tenida en cuenta por la gran empresa americana y que Microsoft Ibérica seguirá colaborando con la concejalía para ayudar en lo posible a los emprendedores pozueleros y a los desempleados.
Eso le honra. Lo normal era que nos mandasen a tomar viento fresco.
La Tarántula