Rajoy muestra una incoherencia inadmisible al decir que el líder del PP de Madrid no debe ser presidente ni alcalde
(17-03-15) Si hay algo que no se debe consentir en política es la incoherencia. Yo, especialmente, no lo llevo bien. Un político debe actuar siempre con coherencia entre lo que dice y lo que hace. Un político no puede decir como mi tío abuelo Juan: ‘haz lo que yo te diga, no hagas lo que yo hago’. Eso a mi tío abuelo se le podía consentir. A fin de cuenta, había estado en la Guerra de Cuba. Pero no se le puede consentir, de ninguna manera, a un político y, menos, al Presidente del Gobierno.
Yo entiendo que don Mariano Rajoy ha podido tener un lapsus. Razonable y perdonable. Viva Honduras, dijo el ministro Trillo en El Salvador. Aquel hombre había viajado tanto y en tan poco tiempo que no sabía dónde estaba. Y es posible que al Presidente del Gobierno le haya pasado lo mismo. Entre Moncloa, Bruselas, Andalucía y las entrevistas que está concediendo (en poco más de dos meses ya ha dado más entrevistas que en todo 2014), se entiende que se le vaya algo la pinza y sea incoherente. Pero debería cuidar esa faceta.
El presidente del Gobierno y del PP es partidario, ahora, de “volver” a la “tradición” que existía en el PP de Madrid en el pasado, por la cual los cargos de alcalde, de presidente de la comunidad autónoma y del partido los ocupaban tres personas distintas.
Es posible que eso existiera en el PP durante el pleistoceno pero ya hace muchos años que cambió la cosa. Que yo recuerde, esa estructura sólo la mantiene el PNV en toda España y porque, en el País Vasco, tienen la costumbre de rotar para que todos puedan mandar un ratito. Tampoco son muchos y todos quieren mandar. Pero en el PP… Pufff. Ya hace unos añitos de eso.
Pero lo peor es que, dicho así, pareciera que hay una carga política subterránea. Que haya tres cargos en Madrid y así es más fácil despejar la incógnita Aguirre. Huele a trampa. A maniobra. Y no me gusta, pese a no ser un ‘aguirrista’ redomado. Está rozando el área chica de la ética política.
Además, no es defendible. Y menos en el PP donde se acumulan cargos como el que lava. El propio Mariano Rajoy es Presidente del PP y Presidente del Gobierno de España. La propia María Dolores de Cospedal es Secretaria General del PP, Presidenta del PP de Castilla-La Mancha y Presidenta de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Incluso, Paloma Adrados es Presidenta del PP de Pozuelo y Alcaldesa de su Ayuntamiento. Es algo ya tradicional en el PP.
Eso que usted propone, señor Rajoy, no es coherencia. Puede ser un lapsus. Pero no coherencia. Puede ser una mala pasada del subconsciente. Pero no es coherencia. Como no es coherencia, presidente, que descarte a Ignacio González como candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid como consecuencia del calentón mediático que había contra él con visos de problemas judiciales y ahora diga que aquello no influyó para nada. Perdone, pero le llamo incoherencia por respeto.
Pero no vuelva a decir que la decisión de que González no sea candidato no ha estado condicionada “en absoluto” por posibles decisiones judiciales respecto a su ático en Estepona (Málaga) o la Operación Púnica. No lo diga más.
Si no pasa nada por decir que fue así. Que usted creyó que aquello se complicaba políticamente y tuvo que decidir. Es mejor eso que tomarle el pelo a los ciudadanos.
La Tarántula