El PP de Madrid es un gallinero político mientras Rajoy exige silencio para preparar el Debate del estado de la Nación
(23-02-15) Podemos, con 34 diputados, sería la segunda fuerza política en la Comunidad de Madrid la próxima legislatura, según una encuesta de Metroscopia para “El País”, que sitúa al PP como partido más votado, aunque pasaría de 72 a 38 escaños. También da a Ciudadanos 21 representantes, dos menos que al PSOE.
La encuesta sobre intención de voto de los madrileños en las autonómicas del 24 de mayo se realizó el viernes pasado a 1.200 entrevistados y revela que, si hoy se celebraran elecciones en esta Comunidad, ningún partido alcanzaría el 30% de apoyos, lo que obligaría a formar una coalición “triple”, de derechas o de izquierdas, para poder gobernar.
Pero esto no le importa a Rajoy. Es secundario. El sólo está dedicado a preparar el Debate del estado de la Nación que empieza mañana martes. Quiere apabullar a Pedro Sánchez con datos y medidas ya tomadas para luego trasladar su éxito a Podemos y C’s. Pero no buscará ilusionar a los ciudadanos, que es lo que ellos quieren. Lo que esperan. Sobre todo a los de derecha. Lo importante es que Mariano Rajoy salga reforzado de cara a las generales, que ya están a menos de un año.
Rajoy aprovechará su intervención, antes de su primer ‘cara a cara’ con el secretario general del PSOE, para hacer “balance” de sus tres años de gobierno, para señalar las medidas de regeneración democrática puestas en marcha por su Gobierno en un contexto político marcado por los casos de corrupción y, para terminar, exponer su pensamiento en lo que hace llamar bloque constitucional. Y en la réplica y dúplica, machacar. Lo de siempre. No entiende o no quiere entender que los ciudadanos consideran que lo que ha hecho para la recuperación económica es algo para lo que le votaron y que ahora esperan otra cosa.
En cualquier caso, Madrid no toca. El Debate sobre el estado de la Nación es futuro. Madrid y las elecciones autonómicas y locales, en general, es pasado. Y sus resultados ya están descontados.
La inestabilidad del Partido Popular de Madrid le importa un carajo, esa es la verdad. O eso es, al menos, lo que trata de demostrar. Y el partido se desangra. Está dividido. O mejor, multidividido. Y no tienen moral Y todo son dudas. Y sólo aparecen sombras. Pero eso es harina de otro costal.
Justifican, y ya lo hemos contado aquí, que Rajoy no dice nada de Madrid porque no quiere que castiguen a sus candidatos con sombras de corruptelas, cuando cuentan que es el propio partido quien está sacando esas sombras.
Y los aspirantes a candidatos, desesperados. Ya no les queda ni un pase en términos taurinos. Todos andan buscando apoyos en los que sostenerse, pero no está claro que lo estén consiguiendo. Todos dudan de todos. Lo peor.
La semana pasada, me cuentan, Esperanza Aguirre e Ignacio González se reunieron en Las Rozas con José Ignacio Fernández Rubio, alcalde de esta localidad y siete de los alcaldes del noroeste. Alcaldes de los feudos tradicionales del PP ya que, junto al alcalde de Las Rozas, estuvo la alcaldesa de Pozuelo Paloma Adrados; el de Majadahonda, Narciso de Foxá; el de Boadilla, Antonio González Terol; Ignacio García de Vinuesa, de Alcobendas, y Manuel Ángel Fernández, de San Sebastián de los Reyes.
Dicen que no hablaron de candidaturas. Pero eso no se lo cree nadie. Es cosa imposible. Aunque lo cierto es que todos se llamaron a andanas, entre otras cosas, porque ninguno de los nueve tiene nada seguro. Y lo peor es que no sacaran conclusión alguna. Demasiado nerviosismo. Demasiada desconfianza.
Incluso, hay quien dice que Aguirre y González salieron decepcionados porque nadie se mojó por nadie.
Pero, silencio. Que nadie diga nada y menos que levante la voz, que Rajoy está ya en precampaña electoral de las generales de final de año-primeros del siguiente y necesita preparar un debate de suma importancia para él en persona-personal.
El Capitán Possuelo