Los políticos españoles, en general, están mal pagados. Esa es la realidad.
(11-12-14) Estoy asombrado. Con esto del Portal de la Transparencia, muchos españolitos se han enterado de lo que cobran nuestros políticos. Era algo conocido pero, como estamos en ese momento absurdo de la vida política española donde se cuestiona todo lo que huela a dinero y a político y donde prima más el sueldo que las capacidades de las personas, todo nos escandaliza.
Hoy, están todos los medios de comunicación de España hablando de los sueldos que cobran los políticos. Para algo va a servir el Portal de Transparencia.
Por un lado, muchos se sorprenden, por ejemplo, de que el sueldo del presidente del Gobierno Mariano Rajoy sea una mierda, hablando mal y pronto. Y, por otro, otros muchos se escandalizan de que el Presidente cobre bastante menos de lo que cobran muchos de sus altos cargos. En cualquier caso, que también cobran otra mierda. Y, vaya, por fin hay debate.
Y es que, nos guste o no, los políticos cobran muy poco por lo general, en España. Y que nadie me venga a contar ahora la milonga de esos políticos que se lo llevan o que se lo han llevado crudo porque no es de recibo. Esos son excepciones y, en algunos casos, han delinquido por estar tan mal pagados, precisamente.
Ya no son tiempos para el romanticismo del servidor público. Los políticos son profesionales que deben cobrar bien porque, de lo contrario, solo irían a la carrera política los mediocres. Los buenos terminarían en la empresa privada que es donde ganan más. Lo demás es un cuento chino.
Ya no son tiempos en los que se pueda mantener esa ingenuidad de que los políticos tienen que dedicarse a la política por vocación. Aunque casi no cobren. La cruda realidad es que las personas se dedican a la política lo hace por dinero. Luego, encima, descubren la erótica del poder. Pero eso es otra cosa. Y ese dinero hay que pagarlo si con ello se consigue la dedicación de los mejores a la colectividad. A fin de cuentas, la democracia es, desde la Grecia clásica, el Gobierno de los mejores.
La maquinaria del Estado ya no puede conformarse con los mediocres. Debe intentar salir a buscar a los mejores para que administren nuestro patrimonio, el de todos, y, para ello, hay que pagar bien. No nos hagamos trampas en el solitario. Hay que ofrecerles sueldos mejores, incluso, que las empresas privadas. Yo, sin ir más lejos, quiero que los mejores administren mis bienes. Y si hay que pagarlos bien, que se les pague. Y, como consecuencia, exigirles. Su coste es el chocolate del loro si gestionan bien.
Lo demás es un falso y antiguo progresismo. Demagogia en estado puro. Porque siendo cicateros a la hora de pagar a nuestros políticos, se nos colará gente menor. Mediocres a la búsqueda de la sopa boba. Y líbrenos el cielo. No hay nada peor que un mediocre administrando nuestros bienes. Y a ejemplos no muy lejanos me remito.
Sé que esto que digo es impopular pero es la realidad. Y es lo que se hace en los Estado serios.
Ahora, hace unos días, se conocieron los sueldos de los políticos austriacos, para el año 2015. No hay color. Y es un ejemplo cogido al azar.
El presidente de Austria Heinz Fischer cobra al mes 24.033 euros brutos mensuales que deben quedarse en unos 12.000 limpios. Oficialmente, su homólogo español, el rey Felipe VI cobra la mitad de lo que cobraba su padre, esto es 146.000 euros al año, lo cual, si no me fallan las cuentas, viene a ser, en catorce pagas, 10.428 euros mensuales. Hablo de cifra bruta.
El presidente del Gobierno austriaco Werner Faymann cobra 21.458 euros al mes. Su homólogo español, Mariano Rajoy Brey, cobra 78.185 euros anuales. Esto, dividido entre catorce, da un total de 5.585 euros al mes.
Y no voy a seguir poniendo ejemplos según se baja en la pirámide de la responsabilidad porque, para muestra, sólo se necesita un botón.
Ya sé que lo que cobran los políticos ha sido en España un tema tabú. De esos que llevan consigo siempre el debate. Pero creo que hay que salvar esa etapa y asumir la realidad. De lo contrario, siempre nos gobernarán mediocres.