Se va Caletrio y, ojo, que puede venir Torrente
(09-10-14) Francisco Caletrio, el Jefe de la Policía Municipal de Pozuelo de Alarcón, se va. Unos dicen que porque no podía perder una oportunidad de mejorar profesionalmente. Ser Jefe de la Policía Municipal de Madrid es lo máximo para un policía municipal. Las malas lenguas, por su parte, me aseguran que se va porque está cansado de Pozuelo. Y hasta ahí puedo escribir. Dejo al talento de los pozueleros la razón de ese cansancio.
El caso es que se va. Y se va un tipo profesional y serio. Me dicen, además, que gran persona. Las malas lenguas, por su parte, me aseguran que se le notaba demasiado que era militar de carrera. Militarón, dicen. Aunque no creo yo que eso sea malo en un jefe de policía. La policía municipal no es militar pero en un grupo de gasta pistola, como se decía antiguamente, es bueno que haya un mínimo de disciplina si no se quiere que el colectivo se acerque peligrosamente al ejército de Pancho Villa. O a los protagonistas de cualquier serie americana de policía.
Y tampoco es para tanto. Los policías de Pozuelo no serán nunca los protagonistas de ‘Canción triste de Hill Streep’, aquí no hay que de la que cuidarse al salir a la calle, ni tampoco serán los protagonistas de ‘Starsky y Hutch’ ya que cualquier mes de estos, y al paso que vamos, tendremos un índice cero de seguridad ciudadana, con lo que no se necesita ir arrasando la calle. Pero esto no es óbice para mantener un cierto orden en las filas del edificio de la Calle San Juan de la Cruz.
Dicen también que a Caletrio le faltaba capacidad de comunicación a causa de su formación militar y que la policía municipal necesita comunicarse con los vecinos. Y en eso llevan razón. Pero la falta de comunicación es un defecto generalizado entre la clase dirigente pozuelera, salvo honrosas excepciones. El Gobierno del Ayuntamiento, por ejemplo, solo comunica obras de misericordia. Y no todas.
El caso es que Francisco Caletrio se va. Y no ha debido hacerlo mal en Pozuelo cuando la Comunidad de Madrid premió su labor con la Encomienda de Número de la Orden del Dos de Mayo, a petición de los vecinos, a causa de su buena gestión.
Pero, como se dice en Castilla, ‘a Rey muerto, Rey puesto’, y esto sí que es un problema. ¿Quién ocupará el puesto de Francisco Caletrio? ¿Quién será el nuevo Jefe de la Policía Municipal de Pozuelo? ¿Qué condiciones debe reunir?
Esas son las preguntas del millón de euros. Y la alcaldesa Adrados debería dar pronto con las respuestas porque, como deje el tema en manos de Gerardo Sampedro, puede venir Torrente como jefe de la Policía Municipal. Sí, José Luís Torrente. El de Torrente V. Ahora vuelve a estar de moda y estoy seguro de que no le importaría venir.
Y es que con Gerardo Sampedro todo es posible. Está acabado después de 12 años de concejal. Se le ve cansado. Agotado. Como ausente. Loco por dimitir. Me dicen las malas lenguas que hace tiempo que pasa de todo. Yo no me lo creo, claro. Sería una gran irresponsabilidad… Aunque es cierto, dicho sea de paso, que el señor Sampedro tiene ya toda la pinta de un antihéroe y eso es lo menos indicado para ser concejal de Seguridad. Me extrañaría que, en este momento, pudiese imponer un mínimo de disciplina en un colectivo de 180 policías municipales entre los que hay algunos jóvenes con clara vocación de ‘Starsky y Hutch’. La juventud, ya se sabe, es una enfermedad que se cura con los años.
Cabría la posibilidad de que Sampedro se apoyase en Víctor Muñoz, el segundo de Caletrio. Pero sería como ir de ‘guatemala a guatepeor’. El señor Muñoz es un buen profesional pero no tiene carácter para lidiar con la tropa, dicho sea con todo el respeto del mundo.
¿Qué hacer, entonces? No lo sé. Pero no me extrañaría que a la señora Adrados, en ese espíritu tancredista que, últimamente, mantiene, dejase el tema para después de las elecciones. Ella es así.
Claro que, lo mismo no ha caído aún en que la jornada electoral tiene un fuerte dispositivo policial. Aunque Torrente también montaría ese dispositivo.
No debería dejar, en cualquier caso, que se pudriese el tema. Y las características del sucesor de Caletrio deben ser muy sencillas de escoger. Basta con ir en su línea profesional. La comunicación con los vecinos, si eso le faltase, es fácil de conseguir.