No hay quien entienda al Gobierno de Pozuelo
(19-05-14) Lo intento a diario pero es imposible. Hay cosas que no entiendo del Gobierno Pozuelero y no las entiendo por mucho que lo intente. Reconozco que, ayer, hubo muchas actividades en Pozuelo. Y reconozco que era muy difícil estar en todas. Sobre todo para la alcaldesa. Nadie tiene el poder de la ubicuidad aunque la señora Adrados quiera estar en todos lados. Lo que no entiendo es por qué los concejales que forman el equipo de Gobierno no le echaron una mano.
Ayer, en Pozuelo, estaba la Feria de las Asociaciones. Que está muy bien… A fin de cuentas, en este pueblo hay asociaciones para hacer una o dos ferias al año… O más. Por asociaciones que no quede… Y allí estuvo la alcaldesa y algún concejal de guardia.
Ayer, también se celebró la II Carrera Popular ‘Ciudad de Pozuelo’ que, igualmente, está muy bien. La sacó, incluso, Telemadrid. Poco a poco parece que la carrera tira. 1.300 participantes empieza a ser una buena cifra. Dicen las malas lenguas, entre las que me cuento, que la subida de participación se debe a que, este año, le quitaron el olor a carrera benéfica, aunque la recaudación de las inscripciones se la vayan a dar a Cruz Roja. Creo. Es igual. No parecía benéfica y eso cuenta. Era un ejemplo de lo que el Ayuntamiento tiene que hacer: fomentar actividades y cubrir servicios sociales pero no organizar fiestas benéficas. Para eso están las asociaciones privadas. Y allí, en la carrera, estuvo también la señora Adrados y algún concejal ‘sayero’ echando la mañana.
Pero, ayer, asimismo, hubo una Gran Barbacoa en la prestigiosa y antigua asociación La Inseparable a beneficio de Alberto, un pozuelero que se ha quedado en silla de ruedas, y en ella no apareció nadie. El Ayuntamiento que más actividades benéficas organiza del mundo mundial no apoyó con su presencia una actividad benéfica que había organizado una iniciativa privada.Simples vecinos. Inconcebible y, por supuesto, censurable.
Se trataba de conseguir 5.000 euros para comprar una silla de ruedas y adaptar, de paso, su casa a esa silla de ruedas. Pero para algo tan sencillo no hubo ningún concejal del Gobierno. Ni siquiera para pasarse por allí y mostrar su apoyo personal a la acción. Hubo un concejal, sí, pero de la oposición. Uno. Un concejal de la oposición que no solo la apoyó con su presencia sino que estuvo poniendo copas desinteresadamente.
Un concejal que lo hizo porque lo sintió en sus adentros. Es más, estoy seguro de que le molestaría que dijese su nombre porque él no buscaba nada. Ni siquiera hacer campaña electoral pese a estar en tiempo de campaña electoral.
Pero del equipo de Gobierno no hubo nadie. En todo el día. Posiblemente, era domingo y para los que viven fuera de Pozuelo sería un ‘coñazo’ venir y, para los de Pozuelo, algo menor. En La Inseparable no había glamur ni estaban las cámaras de Telemadrid. Y como tampoco era un lugar para hacer campaña electoral, así que al carajo… Además, era final de puente.
Y, por favor, que nadie me diga que los concejales del Gobierno no sabían que se celebraba la barbacoa porque eso sería peor aún. Estarían insultando la inteligencia de los pozueleros.