¿Hasta cuándo piensa el juez Ruz seguir instruyendo el caso Gürtel?
(13-01-14) El sumario del caso Gürtel es inacabable. Y si uno de los principios de la Justicia es la prontitud en su aplicación, la cosa no parece que vaya por buen camino. El Gürtel es la historia interminable. No hay forma de cerrarlo. Y, con él, ha ocurrido de todo. Desde su utilización política hasta el quebrantamiento del secreto del sumario, pasando por distintos sarampiones del ‘virus’ Bárcenas.
Ahora, Pablo Ruz, ese juez de la Audiencia Nacional que va a pasar a la historia por no haber sido capaz de cerrar el sumario de un caso que se empezó a investigar hace 5 años, ha solicitado nueva documentación al Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón. Otra vez vuelve la burra al trigo.
Ahora ha solicitado que el Ayuntamiento le remita los expedientes, contratos y facturas que la administración local y las entidades públicas cerraron con el Grupo Rafael entre 2003 y 2009, en tiempos de Jesús Sepúlveda. Y, claro, otra vez a pagar justos por pecadores. Otra vez a poner en boca de pregonero a un pueblo, que tuvo la mala suerte de que le cayese por arte del birlibirloque un alcalde desvergonzado y algún que otro concejal caradura, pero que ya tomó todas las medidas pertinentes para sacudirse el polvo de la corrupción. Creo que ya vale, ¿no?
Ruz también ha solicitado información sobre la implantación, diseño y gestión de la Oficina de Atención al Ciudadano de Pozuelo. Que no nos falte de nada.
Como hoy estoy preguntón, me pregunto también: ¿Y con toda esta parafernalia de contratos e investigaciones qué va a conseguir el juez Ruz? ¿Qué a Sepúlveda le caiga de pena un mes más? ¿Un año? Venga, hombre…
Este juez no quiere enterarse de que cuando se abarca mucho, se aprieta poco. Como le está pasando, por cierto, con el caso SGAE. Ahora, la Intervención General de la Administración del Estado, dependiente del Ministerio de Hacienda, le está plantando por los supuestos “excesos” cometidos en su investigación a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) por presunta apropiación indebida. Y lo peor es que le está advirtiendo que algunas de las pruebas periciales que había encargado podrían incluso “invalidar” una parte del sumario.
¡Apaga y vámonos, Pablo!
Este juez no se caracteriza, precisamente, por la celeridad que imprime a sus investigaciones… Parece que quiere asegurarse su permanencia en la Audiencia Nacional, al menos hasta que se jubile.
Con la nueva ley de enjuiciamiento criminal, se limitará el tiempo que puede investigarse un presunto hecho delictivo, entre otras razones por seguridad jurídica, para evitar que una persona pueda estar sometida años y años a investigaciones penales, es decir, bajo sospecha, cuando muchas veces después resulta que no hay nada reprochable en esa persona o institución.
Es posible que perdamos en eficacia, pero lo ganaremos en democracia y seguridad jurídica, pues todos tenemos derecho a poder vivir tranquilos.
Este juez no se caracteriza, precisamente, por la celeridad que imprime a sus investigaciones… Parece que quiere asegurarse su permanencia en la Audiencia Nacional, al menos hasta que se jubile.
Con la nueva ley de enjuiciamiento criminal, se limitará el tiempo que puede investigarse un presunto hecho delictivo, entre otras razones por seguridad jurídica, para evitar que una persona pueda estar sometida años y años a investigaciones penales, es decir, bajo sospecha, cuando muchas veces después resulta que no hay nada reprochable en esa persona o institución.
Es posible que perdamos en eficacia, pero lo ganaremos en democracia y seguridad jurídica, pues todos tenemos derecho a poder vivir tranquilos.
Este juez no se caracteriza, precisamente, por la celeridad que imprime a sus investigaciones… Parece que quiere asegurarse su permanencia en la Audiencia Nacional, al menos hasta que se jubile.
Con la nueva ley de enjuiciamiento criminal, se limitará el tiempo que puede investigarse un presunto hecho delictivo, entre otras razones por seguridad jurídica, para evitar que una persona pueda estar sometida años y años a investigaciones penales, es decir, bajo sospecha, cuando muchas veces después resulta que no hay nada reprochable en esa persona o institución.
Es posible que perdamos en eficacia, pero lo ganaremos en democracia y seguridad jurídica, pues todos tenemos derecho a poder vivir tranquilos.